Sueño
Karla Yatziri Zaragoza García
La calle se encuentra solitaria, la luna iluminaba su paso. Era una noche tranquila, perfecta para caminar, para despejar su mente.
Sirenas resuenan en el silencio de las penumbras, camina más deprisa sintiendo una punzada en el corazón, un mal presentimiento se ha instalado en su mente. De un momento a otro se encuentra corriendo en dirección a su hogar, conforme avanza, las sirenas comienzan a hacerse más nítidas, más cercanas, más desgarradoras. . .
Se detuvo en seco, el shock invadió su cuerpo.
Era su hogar, el lugar en el que creció, donde vivió los mejores momentos de su vida. El mismo en el que ahora descansaban su esposo e hija.
Las llamas se esparcían por cada parte de la construcción y los bomberos hacían lo posible por acabar con el infierno. Ella cayó de rodillas en el frío asfalto, respiraba con dificultad, tenía el corazón en la garganta y el alma en los pies.
Todo se desvaneció como si de arena se tratase.
Despertó exaltada con la frente llena de sudor y sin poder respirar. David estaba dormido a su lado, su pecho subía y bajaba, su respiración acompasada logró calmar un poco la suya. Se levantó de la cama con cautela, caminó hacia la cuna de la pequeña Val. La bebé dormía plácidamente, ajena al sufrimiento de su madre. Ella la tomó en brazos y la llevó consigo hacia la biblioteca, ya acomodadas en el pequeño sofá que se encontraba ahí, Clara comenzó a tararear una canción de cuna, pero no una cualquiera, la que le cantaba a su pequeña Eli justo una noche antes de aquel trágico incidente.