Editorial

Las jacarandas llegaron a México hace un siglo. Lu llegó a Vizcaínas hace algunos años. Las jacarandas aún siguen tapizando de lila nuestras calles y alamedas, Lu ya no está entre nosotros, él regresó a China hace unos meses, pero nos dejó parte de su legado literario que hoy queremos compartir con ustedes. Así también les compartimos las historias de nuestras tiernas y tímidas alumnas del taller de escritura: Anna, Aby, Sofi, Tere, en el lado opuesto Ximena con gran carácter y decisión, y de otras invitadas que alguna vez fueron parte de este taller, aunque las circunstancias las alejaron del mismo, ellas continúan en el quehacer literario. Suele decirse que la enseñanza se hace a través del ejemplo, así mismo yo estudio lo que he de enseñar, por ello me di a la tarea hace algunos años de asistir a un taller de narrativa en la Fundación para las Letras Mexicanas con quienes desde el año 2014 tenemos una alianza literaria, ahí inicié historias de las que hoy doy una muestra.

Todos estos textos me hacen pensar en lo difícil que es ser narrador, no basta saber hablar o saber escribir para apoderarse de la palabra y construir un discurso. En el siglo XIX vivió un extraordinario narrador, Leon Tolstoi autor de esa emblemática novela Ana Karenina, y maestro en la escuela que fundó para los hijos de sus empleados. A él le bastaba empezar a contar cualquier historia para que sus alumnos guardaran silencio, gran atributo para los que pretendemos ser maestros. El individuo se forja no sólo en las aulas sino en un quehacer arduo y solitario que fortalece sus aptitudes, como el literario.

Así es como Lu con gran presteza literaria en un contexto universal como es la familia manifiesta lo particular de una cultura distante pero no ajena. Abi y Ximena exponen los fantasmas y monstruos de la adolescencia. Tere decanta su gusto por los clásicos en una carta a Odiseo. Emily y Andrea, quien como hija pródiga ha regresado a Vizcaínas, transitan el tiempo efímero de la vida. Anna y Sofía en breves textos pero concisos muestran las necesidades emotivas del individuo, y Nadya regresa con la tinta corrosiva del rencor y el desamor.

La sencillez se contrapone a la complejidad, y no por ello lo sencillo deja de ser bello. Cada año los jóvenes que incursionan en la escritora tienen expectativas distintas de lo que es la literatura, sin embargo encauzan sus intereses a un fin, crear. Con las mismas herramientas ellos eligen qué hacer, qué decir y cómo expresarlo.

En este verano de 2019 les presentamos el número 8 de Jardín de Letras, en hora buena, que lo disfruten.

Jaquelina Rodríguez Ibarra

Directorio
H. Patronato
Colegio de San Ignacio de Loyola
Vizcaínas IAP

Lic. Óscar Lewis Mertz Río
Director General

Mtra. María del Rocío Téllez Estrada
Directora Académica

Mtra. Consuelo Piña Peaña
Directora Preparatoria

Lic. Jaquelina Rodríguez Ibarra
Editora

Fernando García Álvarez
Editor de imagen

Jonathan Valadez Téllez
Diseño y diagramación

Imagen de portada
Alejandro Peña Pérez
Segundo lugar en el Concurso de pintura
y dibujo. Actividades culturales DGIRE
UNAM 2014

Imagen de Contraportada

Jaquelina Rodríguez Ibarra
Fernanda Micheel Couoh Palacios
Dentro de los 10 primeros lugares en el
Concurso de pintura y dibujo. Actividades
culturales DGIRE UNAM 2014
2016

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