Editorial
A lo largo de estos trece años que he estado laborando en Vizcaínas como profesora de lengua española y literatura he descubierto el significado que este Colegio tiene en el ámbito educativo de nuestro país y en el familiar de cada uno de nuestros alumnos. El 9 de septiembre de 1767 Vizcaínas abrió sus puertas por primera vez dando acceso a la educación y a la autonomía a un grupo de mujeres que por sus circunstancias personales así lo requerían. Hoy, en 2017, doscientos cincuenta años después, Vizcaínas perpetúa esa labor asistencial que fue el principio base de su fundación. Con este número queremos brindar un homenaje a nuestra Institución que logró la independencia eclesiástica en el siglo XVIII, así como nombrar a San Ignacio de Loyola patrono del Colegio en el siglo en que los jesuitas fueron expulsados de España. Este carácter aguerrido y autónomo son la esencia de un Vizcaínas que se niega a desaparecer en la nebulosa faz de la historia educativa de nuestro país. Este año escolar, los alumnos han dedicado al Colegio las letras de su inventiva pluma en un afán de reconocimiento y gratitud a su “segundo hogar”, como lo llama Rafael Emiliano Pérez Flores al lugar que lo ha visto crecer. Hemos de recordar también el cuento “La otra cara del dictador” de Carlos Sevilla, relato muy bien logrado cuyo referente histórico nos remite al mismo Vizcaínas. Así pues, alumnos y exalumnos se reúnen en este número de trascendencia literaria, académica e histórica para conmemorar los 250 años de su Colegio.
Jaquelina Rodríguez Ibarra
